jueves, 5 de noviembre de 2009

ALEJO CARPENTIER


Nace el 26 de diciembre de 1904 en la calle Maloja, La Habana. Su padre,Jorge Julian Carpentier , francés, arquitecto; su madre,Lina Vamont , profesora de Idiomas, de origen ruso. Desde muy pequeño tiene inclinaciones hacia la música. Sus primeros años los pasa en una finca en las afueras de la ciudad. En 1917 ingresa en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana y estudia teoría musical. Ya en 1921 preparó su entrada en la escuela de Arquitectura de la Universidad de la Habana, aunque abandona los estudios con posterioridad.

Su vinculación al periodismo comienza en 1922 en "La Discusión", una carrera que lo va a acompañar por el resto de su vida. Integra el Grupo Minorista en 1923 y forma parte de la Protesta de los trece . Es en 1927 firma el Manifiesto Minorista y en julio de este mismo año sufre prisión por siete meses, acusado de comunista. Protagoniza en 1928 una sorprendente fuga a Francia con pasaporte del poeta francés Robery Desnos. En Francia trabaja como periodista, colabora con importantes publicaciones y es el momento en que decide estudiar a profundidad América, labor que le toma ocho años de su vida.

Escribe libretos para ballet. Comienza su trabajo en la radio en Poste Parisien, la estación más importante de la época en París. Publica en Madrid su primera novela "¡Écue-Yamba-O!". De 1933 a 1939 dirige los estudios Foniric. En 1939 regresa a Cuba y produce y dirige programas radiales hasta 1945. En 1942 es seleccionado el autor dramático del año por la Agrupación de la Crónica Radial Impresa. Viaja a Haití con su esposa Lilia Esteban y Louis Jover; fue un viaje de descubrimiento del mundo americano, de lo que llamó lo real maravilloso. Después de su viaje a México en 1944 realiza importantes investigaciones musicales. Publica "La música en Cuba" en México (1945).

1949 es el año en que publica, en México también, "El reino de este mundo". Inicia el 1ro. de junio en "El Nacional de Caracas" la sección "Letra y Solfa" que se mantendrá hasta 1961. De 1945 a 1959 vivió en Venezuela, visitando a algunas inhabitables zonas cerca del Rio Orinoco lugar que, obviamente, le inspiró para su anónimo país sudamericano en el que sitúa buena parte de Los pasos perdidos. Éste se imprime en México en (1953) y es para muchos su obra consagratoria. Con este libro gana el premio al mejor libro extranjero, otorgado por los mejores críticos literarios de París. En Buenos Aires se edita "El acoso" (1956). Publica en 1958, Guerra del tiempo. Regresa a Cuba en 1959 para manifestar su eterno compromiso con La Revolución Cubana. Es nombrado Subdirector de Cultura del Gobierno Revolucionario de Cuba (1960). Carpentier recibió la influencia directa del surrealismo, y escribió para la revista Révolution surréaliste, por encargo expreso del poeta y crítico literario francés Andre Breton. "El siglo de las luces" ve la luz en México en 1962. Es designado ministro consejero de la Embajada de Cuba en París. Publica en París "Literatura y conciencia política en América Latina" que incluye los ensayos de "Tientos y diferencias" con excepción de «La ciudad de las columnas».

En 1972 se edita en Barcelona "El derecho de asilo". "Concierto barroco" y "El recurso del método" son publicados en México en 1974. Es en este mismo año que recibe un extenso homenaje en Cuba por su setenta aniversario. Recibe el título de Doctor Honoris Causa en Lengua y Literatura hispánicas, otorgado por la Universidad de La Habana el 3 de enero de 1975. En ese mismo año, recibe el Premio Internacional Alfonso Reyes . Se le confiere el Premio Mundial "Cino del Duca" y su retribución monetaria la dona al Partido Comunista de Cuba. En 1976 le es conferida la más alta distinción que concede el Consejo Directivo de la Sociedad de Estudios Españoles e Hispanoamericanos de la Universidad de Kansas, el título de Honorary Fellow. Es electo diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba. En 1978 la más alta distinción literaria de España, el Premio Miguel de Cervantes y Saavedra, es recibida por Carpentier de manos del rey Juan Carlos. Dona al Partido Comunista la retribución material del premio.


La Editorial Siglo XXI publica "La consagración de la primavera" en 1979. "El arpa y la sombra" se edita en México, España y Argentina. Recibe el Premio Medicis Extranjero por "El arpa y la sombra". Es el más alto reconocimiento con que premia Francia a escritores extranjeros.

Fallece en París el 24 de abril de 1980.

NICOLÁS GUILLÉN


Poeta cubano al que se le considera un genuino representante de la poesía negra de su país.

Trabajó como tipógrafo antes de dedicarse al periodismo y darse a conocer como escritor. Desde su juventud participó intensamente en la vida cultural y política cubana, lo que le costó el exilio en varias ocasiones. Ingresó en el Partido Comunista en 1937, y tras el triunfo de la Revolución cubana en 1959 desempeñó cargos y misiones diplomáticas de relieve.

Inició su producción literaria en el ámbito del posmodernismo y la afianzó en el de las experiencias vanguardistas de los años veinte, en cuyo contexto se convirtió pronto en el representante más destacado de la poesía negra o afroantillana. Sin renunciar a otras posibilidades, en Motivos de son (1930), Sóngoro cosongo. Poemas mulatos (1931), West Indies Ltd. (1934) y poemas dispersos en libros posteriores, usó todos los recursos característicos de esa poesía con la voluntad de lograr una expresión auténtica para una cultura mulata, la propia de un país mulato como él mismo, y manifestó una preocupación social que se fue acentuando con el paso de los años.

Desde West Indies Ltd., evolucionó rápidamente hacia esas preocupaciones políticas y sociales: en Cantos para soldados y sones para turistas (1937), El son entero (1947) y La paloma de vuelo popular (1958), mostró su compromiso con la patria cubana y americana, con sus hermanos de raza y con todos los desheredados del mundo, mientras en España. Poema en cuatro angustias y una esperanza (1937) acusó el impacto de la Guerra Civil española y el asesinato de Federico García Lorca. Crítico con la injusticia y el imperialismo, eso no le impidió verse afectado por las inquietudes neorrománticas y metafísicas que también dominaron la literatura de esa época, pues el amor y la muerte son también temas fundamentales en su poesía. Con Tengo (1964) manifestó su júbilo ante la Cuba revolucionaria, y Poemas de amor (1964), El gran zoo (1967), La rueda dentada (1972), El diario que a diario (1972) y Por el mar de las Antillas anda un barco de papel. Poemas para niños y mayores de edad (1977) demostrarían su capacidad para conjugar preocupaciones diversas y encontrar formas de expresión siempre renovadas. En Prosa de prisa (1975-1976) se han recogido sus trabajos periodísticos.


POESIA CUBANA



De acuerdo a ciertas versiones, la obra literaria más antigua que haya sido escrita en Cuba data del siglo XVI y es una poesía: “Espejo de paciencia”, de Silvestre de Balboa Troya y Quesada (1513-1620). No se conoce demasiado acerca de este escritor, simplemente que nació en Las Palmas de Gran Canaria y que fue escribano del cabildo de Santa María del Puerto del Príncipe. “Espejo de paciencia”, el poema épico en cuestión, narra un suceso real que tuvo lugar en el puerto de Manzanillo en 1604.

En la época romántica, sobresalen autores como Gertrudis Gómez de Avellaneda (1814-1873), Juan Clemente Zenea (1832-1871), José María Heredia (1803-1839) y Cirilo Villaverde (1812-1894), entre otros.

Por esa época, aunque también relacionado con el modernismo, aparece la figura de quien fuera el principal prócer de la independencia cubana: el poeta José Martí (1853-1895). Conocido por los cubanos como “El apóstol”, fue el creador del Partido Revolucionario Cubano (PRC), político, filósofo y periodista.

Martí supo reflejar su fervor nacionalista en numerosos poemas, como "Cuba nos une" (“Cuba es tu corazón, Cuba es mi cielo / Cuba en tu libro mi palabra sea”). Tras sufrir el encierro y el destierro por su lucha independentista, Martí cayó en combate el 19 de mayo de 1895.

Otro de los poetas cubanos que se relacionó con el modernismo fue Julián del Casal (1863-1893). Ya en el siglo XX, se destacaron Mariano Brull (1891-1956), Nicolás Guillén (1902-1989), José Lezama Lima (1910-1976) y Dulce María Loynaz (1903-1997, obtuvo el Premio Cervantes en 1992).

En la época actual, entre los principales exponentes poéticos cubanos se encuentran Pedro Juan Gutiérrez (1950) y Nancy Morejón (1944), quienes aún viven en Cuba. Muchos otros escritores, en cambio, decidieron exiliarse. Como toda la historia cubana post-Revolución, la poesía cubana del siglo XXI se divide entre los adherentes al régimen socialista y los que ansían su caída.

DICHOS Y REFRANES CUBANOS


Al cantío de un gallo (cerca)
Chuparle el rabo a la jutía (emborracharse)
Le zumba la berengena (algo extraordinario)
Lo pusieron en tres y dos (lo pusieron en un aprieto)
Sacarse la rifa del guanajo (algo desagradable)
Que te compre quien no te conozca (no me fío de ti)
Quedarse para vestir santos (quedarse solterona) Tirar faroles (alardear)
Tirarse en el suelo (negarse)
Espantar el mulo (irse repentinamente)
No es santo de mi devoción (no me simpatiza)
Estar en la fuácata (no tener dinero)
Se llevo la cerca (hizo algo extraordinario)
Le zumba el mango (es algo increíble)
Se la dejaron en la mano (lo sorprendieron)
No servir ni para billetero (estar muy mal)
Meter la pata (equivocarse)
Dar la tángana (protestar)
Pasar el Niágara en bicicleta (hacer algo muy difícil)
Lo cogieron fuera de base (lo sorprendieron)
Se ñampió (se murió)
Tener el caballo ensillado (estar listo)
Tener guayabitos en la azotea (estar loco)
Bailar con la más fea (aceptar algo desagradable)
Cantar el manisero (morirse)
Coger la guagua equivocada (hacer algo incorrecto)
Coger los mangos bajitos (aprovecharse de una situación)
Darse lija (presumir)
Echarle tierra (encubrir algo incorrecto)
Échale tierra y dale pisón (olvídalo)
Guardar el carro (morirse)
Guataquear (adular)
Hay pitirre en el alambre (una persona ajena a la conversación escucha)
La caña está a tres trozos (la situación está difícil)
Le pasó lo mismito que a Chacumbele, que el mismito se mató (se suicidó)
Ser de ampanga (Persona de cuidado)
Lo cogió la guadaña (Le llegó la muerte)
Ahí fue donde la mula tumbó a Genaro. (Momento crítico)
Dar muela (Hablar mucho usualmente tratando de convencer)
El que más mea (El jefe, el que manda)
Los niños hablan cuando las gallinas mean (Los niños no deben interrumpir a los adultos) El mambo está encendido (La cosa está que arde,buena o mala)
Ser hacha y machete (Tener habilidad para algo, destreza)
Querer guararey. (Alguien que está buscando intimidad)
Ser galleta con gorgojo (Hombre o mujer casado) (a)
Me la corto (si no es verdad) (Afirmación, asegurar con castrarse, si no es como el dice)
Abanicar la brisa (Tirarle a la pelota y no darle)
Se la arrancaron (Lo mataron)
¡Alabao! (Interjección de asombro)
Ahí na' má (No dejes de hacer lo que estas haciendo)
Afanar (Robar, quitar )
Asere (Amigo, compañero)
Angela Pérez (Exactamente (es un slang de “anja” (Uhuh) que significa afirmación)
Eres de anjá (Eres malo (a)
De aquí pa'l cielo (Probar algo exquisito)
Formar un aguaje (Revuelta, escándalo, alboroto)
Lo cogieron asando maíz (Lo sorprendieron en el acto)
"Querer bailar en casa del trompo" (No te hagas el vivo conmigo que eso yo me lo sé.)
"Se formo la de San Quintín" (Se armó tremendo problema)
"No lo salva ni el medico chino" (No tiene cura.)
"Está como el pescao’ en tarima" (Tiene los ojos abiertos, pero no ve lo que esta pasando.)
"Es la candela" (Se la sabe todas.)
Esto esta de apaga y vámonos" (La cosa esta difícil.)
La yagua que esta pa’ ti, no hay mula que se la coma" (Lo que esta para ti, no importa lo que pase es tuyo.)
"Lo dejaron como el gallo de Morón, sin plumas y cacareando" (Lo dejaron sin nada.)

MITOLOGIA CUBANA


Güijes y Chichiricús


Posiblemente el mito aborigen cubano más constante y completo es el del güije; es el primero del país de origen indio. Trata de la existencia de un pequeño ser de las aguas de variadas formas y características físicas, de color moreno y con largos cabellos, enamorado y juguetón.

En Cuba se habló siempre de los güijes, sobre todo cuando existían grandes bosques, pues estos seres misteriosos no son pobladores de lugares descampados. Su morada preferida era algún charco hondo y sombrío en los ríos, donde los grandes árboles forman una cobertura de esas que siempre inspiran cierto temor por su apariencia velada y misteriosa. Este pequeño morador de los bosques y los ríos era un ser simpático y travieso, pues le gustaba retozar en el agua y muchas veces, cuando había muchachos bañándose, se aparecía y se mezclaba en los retozos hasta que era descubierto, escapando todos del lugar dejando de sumergirse más en aquel charco


Los viejos africanos manejaban muchas creencias, pero entre ellas sobresalían los chichiricús, esos hombrecitos pequeños que no tenían paz con nadie. Había algunos viejos esclavos bozales que siempre andaban acompañados de tales seres, que tanto terror causaba cuando se le aparecía a algún distraído montuno que le había sorprendido la noche en soledad por esos campos de Dios. De éstos, la anécdota de un guajiro que estando en un río dándole agua al caballo se le apareció un niñito pequeño, negrito como tizón; y ante su asombro el niño le expresó:

-No tengo ni pae ni mae, ni onde ir.- Y el hombre se dijo: Este niño me lo llevo yo. Parece que no es de por aquí. Aseguro que anda perdío. Y cuando el caballo acabó de tomar agua, le cargó y se puso a andar para la casa. Entonces el niño le habló:

-Tata, ¡mía mi yente!- Y cuando miró, el niñito tenía un diente largo, muy largo, ... larguísimo. Del susto tiró aquella cosa, que desapareció.

El campo se llenaba de estos duendes atrevidos que apenas caía la noche salían a mortificar a las gentes perdidas en la lobreguez. No mataban ni herían a los pasantes; más traviesos que malévolos, se contentaban con burlarse de sus víctimas, asustándolas o dándoles broma. Tales eran los Chichiricú, dos genios negritos venidos de Guinea. Eran hombre y mujer, siempre emparejados y en cueros vivos. Salían juntos a empresas de travesuras, retozando con los infelices extraviados, metiéndose picarescamente bajo las enaguas mujeriles, rescabucheándolas lascivamente con misteriosas manos, golpeando a los incautos con invisibles puños, y a veces “encantándoles la cintura”, quitándoles por un tiempo la potencia para el engendro